RECURSOS PARA EL DESARROLLO PERSONAL: LA INTELIGENCIA APRECIATIVA
Relacionada con el reconocimiento de las propias valías y fortalezas, te invito a descubrir qué es y cómo aprovechar la inteligencia apreciativa.
El concepto de inteligencia apreciativa surge en el año 2006, a partir de la publicación del trabajo del profesor Tojo Thatchenkery. Dicho trabajo, titulado "Appreciative Intelligence seeing the mighty oak in the acorn" presenta un enfoque orientado principalmente al contexto laboral al presentar una herramienta de innovación y resiliencia con la cual lograr el éxito, como también alcanzar la realización profesional. Su investigación estuvo dirigida a encontrar elementos en común entre las personas y empresas que detentaban el éxito en los negocios.
Se trata del conjunto de habilidades y patrones mentales que permiten alcanzar los propósitos reconociendo y aprovechando los dones de que se dispone, creando estrategias innovadoras, manteniendo una actitud proactiva que facilita el desarrollo personal y la excelencia profesional.
En el mundo actual y los tiempos que vivimos, los cambios ocurren de modo acelerado y constante, por lo que la incertidumbre es moneda corriente y no siempre estamos preparados para llevar adelante la vida en este panorama.
Las decisiones más convenientes se alejan de escabullirnos de la situación que se escapa al control que quisiéramos tener, o de tratar de hallar estrategias al azar en un mar de dudas y desesperanza, sino que más bien se trata de poner en juego los mejores recursos con que contamos y abrirnos a desarrollar el potencial que nos habita. Precisamente, la inteligencia apreciativa implica esas claves y habilidades que nos llevan a descubrir y emplear asertivamente los valores y capacidades que poseemos.
¿Cuáles son los componentes de la inteligencia apreciativa?
Esta competencia psicológica, según este autor, se edifica sobre tres pilares:
👉 Enfocar en el presente: estar alertas para detectar oportunidades, poder descubrirlas en medio de la complejidad, considerar qué dimensiones deben atenderse, qué es conveniente aprovechar, qué se debería potenciar.
👉 Resaltar lo positivo de cada situación: ver el lado positivo, sin perder de vista los desafíos que se presentan o las dificultades que pueden surgir y que han de contribuir a comprender la situación y actuar con acierto. Reconocer cuáles son los atributos personales, o las virtudes que han de ponerse en práctica.
👉 Visualizar un futuro con metas realistas, pero esperanzadoras: los objetivos o metas deben ser movilizadoras; los propósitos que nos den el impulso de cada día, que nos permitan elegir un camino y diseñar los pasos que hemos de dar.
¿Cómo desarrollar la inteligencia apreciativa?
Acciones que han de guiar la puesta en juego de la inteligencia apreciativa en la continuidad de la vida diaria:
Habilidades de la inteligencia apreciativa
Perseverancia: nos permite continuar en el camino más allá de los contratiempos que pudieran surgir. Se relaciona profundamente con la autoestima, dado que saber autovalorarnos , siendo conscientes de lo que merecemos, favorece la optimización de los nuevos intentos.
Convicción: apreciar la importancia de lo que hacemos, un sistema de creencias con un elevado reconocimiento de la eficiencia personal, nos da la energía para levantarnos de las caídas, agradeciendo y aprovechando los aprendizajes, como parte del proceso.
Resiliencia: se trata de la habilidad para saber reencuadrar la situación, manteniendo la fortaleza ante las contrariedades.
Tolerancia a la incertidumbre: asumir los riesgos con entereza, confiando en las metas.
En definitiva, se trata de apreciar todo lo que hay de valioso y positivo en nosotros y en nuestro entorno, sabiendo que cada crisis nos trae un aprendizaje, un desafío para contribuir al desarrollo del potencial que tenemos, tal como la bellota que transita los tiempos de oscuridad para luego asomar al mundo y, con perseverancia, paciencia, resiliencia ante las adversidades y aprovechamiento de recursos como de sus propios atributos, se convierte en un magnífico roble.
María José Sánchez - Neuropedagoga
Comentarios
Publicar un comentario