EL APEGO SEGURO
El apego, en el campo de la Neuropsicología, se refiere al vínculo emocional especial que se establece con el niño. Se considera que las primeras experiencias de la etapa infantil conforman la base fundamental del comportamiento y el desarrollo posterior de cualquier persona.
El concepto de apego se origina en las teorías de Sigmund Freud acerca del amor. Más tarde en la década de 1970, John Bowlby, desarrolla la reconocida Teoría del Apego, que actualmente constituye la investigación de referencia sobre este tema. Bowlby se refiere al apego como una "conexión psicológica duradera", que ocurre de modo natural entre los seres humanos.
Las teoría de Bowlby presenta tres postulados claves:
👉 Cuando el niño desarrolla total confianza en que su cuidador está siempre para ayudarle a satisfacer sus diversas necesidades, será menos probable que experimente miedo, en comparación con un niño que no puede confiar en que su cuidador no le fallará.
👉 Esta confianza se construye durante la infancia y la adolescencia, etapas identificadas como críticas en el desarrollo humano. A tal punto que las expectativas que el niño/adolescente desarrolla sobre las relaciones humanas, en la mayoría de los casos, serán las que le acompañen durante toda su vida.
👉 Tales expectativas están en directa vinculación con las experiencias personales.
La formación de un vínculo de apego propicio durante el período de infancia es la base para potenciar el desarrollo de la inteligencia emocional.
Existen diferentes clases de apego, según como sea el vínculo que se establece entre el niño y sus cuidadores. En este caso, nos referimos concretamente al apego seguro.
Bowlby destaca cuatro características distintivas del vínculo de apego:
💞 Mantenimiento de proximidad: implica el deseo de mantenerse cerca de aquellas personas cn las que se ha creado un vínculo.
💞 Refugio seguro: posibilita el sentimiento de seguridad al otorgar consuelo y ampara ante un peligro o amenaza.
💞 Base confiable desde la cual interactuar con el entorno: el niño siente que puede explorar el ambiente circundante sin peligros y que tendrá la ayuda necesaria ante cualquier circunstancia.
💞 Angustia por separación: generada por la ausencia del apego que le brinda seguridad.
El apego no se configura de manera inmediata, sino que atraviesa diferentes etapas o fases:
💜 Fase de preapego: primeras seis semanas luego del nacimiento. El niño acepta sin inconvenientes a cualquier persona que pueda brindarle comodidad al satisfacer sus necesidades. No manifiesta preferencias.
💙 Fase de formación: Desde la séptima semana y tiene una duración de aproximadamente ocho meses. En esta etapa, el niño manifiesta la angustia por separación, aunque puede aceptar la ayuda de otras personas diferentes a su madre o cuidador habitual.
💜 Fase de apego: Se inicia entre los seis/ocho meses, variando de acuerdo a como se desarrolle la fase anterior. Se extiende hasta alrededor de los dos años. Es durante este período que se forma un verdadero vínculo de apego. Cuando el niño se separa de su madre (o cuidador habitual) puede expresar enojo. Muestra rechazo ante los desconocidos, quienes -además-, suelen ser percibidos como una amenaza.
💙 Fase de relaciones recíprocas: comienza a desarrollarse desde los 24 meses de edad. El niño reconoce que la ausencia materna es temporal, de manera que aprende a controlar la ansiedad generada al estar lejos de ella. La aparición del lenguaje, le permite crear representaciones mentales de ella, contando así con un valioso recurso que le ayuda a interactuar en la realidad, haciendo además algunas predicciones, por ejemplo: después del almuerzo regresa mamá.
Al finalizar la última fase, la relación afectiva se ha consolidado. Por esto, el contacto físico pierde algo de relevancia, ya que el niño es consciente de que su madre está disponible, aunque ocasionalmente no esté presente.
El apego seguro es el que se considera emocionalmente más sano. Se basa en la confianza que desarrolla el niño respecto a que sus padres no le van a fallar, que cuenta con ellos de manera incondicional.
Para que esta clase de apego se consolide, el cuidador debe proporcionar esa seguridad al niño mediante los cuidados apropiados, el contacto físico y la comunicación afectiva.
Este tipo de apego, hace que la persona pueda mantener vínculos afectivos con los demás, sin miedo al abandono, logrando acceder a una vida adulta independiente.
Cuando, por algún motivo, no se construyó durante la infancia este tipo de apego, se puede revisar y trabajar para desarrollarlo en otras etapas de la vida.
María José Sánchez - Neuropedagoga
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