NEUROTIP: LA TÉCNICA DEL SEMÁFORO - INTELIGENCIA EMOCIONAL

Esta conocida estrategia tiene por objeto contribuir a la autorregulación emocional en situaciones que pueden desestabilizarnos debido a la intensidad de las emociones que se activan. Reporta muchos beneficios trabajarla con los niños a partir de los 3 ó 4 años , ya sea en el ámbito familiar, escolar, comunitario e incluso personal. Pero también es eficiente para ser aplicada por adolescentes y adultos en diversos contextos de actuación.

Se trata de una dinámica simple, fácil de recordar en esos momentos en que no sabemos qué hacer.

¿En qué consiste?

Esta técnica utiliza la analogía de los colores del semáforo para implementar las acciones oportunas que nos permitan gestionar las emociones en el momento en que afloran.


Visualizando el semáforo, mejor si logras respirar profundamente (si estás asistiendo a otra persona, respira pausadamente con ella para ayudarla a lograr la mayor calma posible), piensa:

ROJO: PARAR. Cuando experimentas una emoción potente (miedo, ira, tristeza...), detente e identifica lo que estás vivenciando, registra qué pasa en tu cuerpo. Los niños, generalmente necesitan apoyo del adulto para identificar lo que les pasa; hay que ayudarlos a identificar las sensaciones que generan las diferentes emociones

AMARILLO: PENSAR. En cuanto te detienes, piensa qué opciones o alternativas tienes. Ten en cuenta también, qué consecuencias pueden generar tus decisiones.

VERDE: ACTUAR. Elige qué es lo más conveniente para llevar a cabo en ese momento y hazlo: hablar, esperar, escuchar, escribir...

En el ambiente hogareño o escolar, es favorable contar con una imagen del semáforo que esté visible y al alcance de todos para recurrir a ella en el momento en que sea necesario. La técnica posee un componente lúdico que le da efectividad. 

Otras aplicaciones

👉Se emplea para indicar el clima áulico, ayudando a los niños a tomar consciencia del mismo. El educador pone en el semáforo el color correspondiente, según lo que está sucediendo.

VERDE: significa que el grupo va bien. Es valioso reconocerlo con palabras alentadoras y motivar a que continúen así.

AMARILLO: Indica una alerta, algo no está funcionando como debiera, o tal vez la atención está dispersa. Es un momento propicio para introducir alguna técnica de relajación o un recreo cerebral.

ROJO: significa que el grupo no está actuando de acuerdo a lo que corresponde a ese momento, por lo tanto se debe parar para revisar lo que está ocurriendo y acordar los cambios de comportamiento necesarios.


👉 Hacer un registro para reflexionar acerca de como estuvo la semana emocionalmente; qué aprendimos acerca de las emociones o sentimientos, qué alternativas y soluciones encontramos, qué podemos hacer para tomar mejores decisiones...



Esta técnica conduce también al desarrollo de la empatía, ya que no todos sentimos lo mismo ante las mismas situaciones. En la medida en que se utilice grupalmente, permitirá verbalizar las experiencias y favorecer la escucha activa.

María José Sánchez - Neuropedagoga



 

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