DESARROLLO PERSONAL: EL MÉTODO IKIGAI Y EL ESTADO DE FLOW

La importancia de encontrar un sentido a la existencia para vivir más y mejor.




Según los japoneses, todas las personas tienen su ikigai. Hay quienes ya lo han encontrado, por lo tanto son conscientes de él, mientras que muchos continúan en su búsqueda, aún cuando lo llevan dentro.

Así es, el ikigai está guardado muy dentro nuestro y requiere una exploración profunda,  paciente y sincera para acceder a él. El ikigai es nada más y nada menos que "la razón por la que nos levantamos cada mañana", aquello que nos motiva desde lo más profundo de nuestro ser y nos brinda el regocijo de realizarlo. 

El ikigai se transforma según pasa la vida: la "razón de ser" no es la misma en la adolescencia que durante el transcurso de las diferentes fases de la adultez. Y resulta fundamental sintonizar con él en cada etapa vital, dado que se halla en el centro del ser. Las emociones y sentimientos serán la brújula que permitirán darse cuenta si hay un alejamiento de la senda del ikigai.

Se puede decir que el ikigai es el punto de confluencia entre pasión (lo que amas), misión (lo que puedes aportar para enriquecer al mundo), vocación (lo que te inspira intrínsecamente) y profesión (aquello en lo que te has capacitado).


Ikigai = mens sana in corpore sano

Entre los 25 y los 30 años, ni bien el cerebro humano completa su maduración, comienza a envejecer. Se ha demostrado ampliamente, a través de numerosas investigaciones a lo  largo y ancho del mundo que, para conservar el estado de juventud, resulta clave la combinación de tres factores: 

mente activa, 
flexibilidad cognitiva,
actitud para continuar aprendiendo. 

Al incorporar información nueva o un modo novedoso de hacer las cosas, el cerebro recrea sus conexiones, se rediseña, se revitaliza. Por tal razón, es sumamente beneficioso exponerse al cambio saliendo de la zona de confort, de la costumbre, de la vida repetitiva. Estos cambios operan como entrenamiento mental, generando un efecto positivo sobre el estado anímico y la autopercepción.

👉El ritmo de vida actual, altamente estresante, en que el cerebro percibe en gran medida un entorno amenazante, hace que el estrés se convierta en una respuesta habitual de adaptación. El mensaje de alerta activa la glándula pituitaria que produce la hormona liberadora de corticotropina (ACTH), la cual actúa sobre las glándulas suprarrenales provocando la liberación de adrenalina y cortisol. La adrenalina produce un incremento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, preparando a los músculos para ponerse en acción. Así, el cuerpo se predispone a reaccionar con rapidez ante los estímulos que percibe como peligrosos. Por su parte, el cortisol aumenta la liberación de glucosa en sangre y de dopamina, que es la encargada luego de que estemos en condiciones de afrontar un desafío. Si bien en un nivel razonable, estos procesos son beneficiosos y necesarios para superar los desafíos del camino del diario vivir, los altos índices de estrés constante ocasionan que estos procesos se potencien en forma negativa, afectando profundamente a la salud física y mental: afecta a las neuronas asociadas a los procesos memorísticos y da lugar a estados depresivos; pudiendo acarrear efectos secundarios como la irritabilidad, el insomnio, la ansiedad llevando a un envejecimiento prematuro.

Neurotips para gestionar el estrés

💖 Practicar la respiración consciente.
💖 Baños prolongados, acompañados de música relajante.
💖 Utilizar sales de baño que propician la relajación muscular.
💖 Entorno limpio y ordenado.
💖 Practicar ejercicio, estiramientos descontracturantes.
💖 Dieta equilibrada.
💖 Masajes en la cabeza, presionando ligeramente con los dedos (digitopuntura).
💖 Meditación. Hacerlo en grupos suele ayudar a mantener períodos de calma  más prolongados.
💖 Practica de Mindfulness. Aprender a desconectar el "piloto automático" que nos mantiene en un bucle continuo.

👉 Otro gran enemigo de la juventud y la salud es el sedentarismo. Pequeños cambios en nuestros hábitos pueden contrarrestar sus tan perjudiciales efectos, contribuyendo al mantenimiento de nuestro cuerpo y mente, incluso rejuvenecerlos, mejorando la calidad de  vida y alargando la esperanza de supervivencia. Posibles cambios en tus rutinas:

💖 Caminar hasta el trabajo, o hacerlo de modo placentero, al menos veinte minutos por día.
💖 Subir escaleras fijas (en vez de emplear medios mecánicos), lo cual además favorece la postura corporal, la tonicidad muscular y los órganos respiratorios.
💖 Dormir el tiempo justo, logrando un equilibrio: ni de más ni de menos.
💖 Practicar actividades de ocio o sociales que nos mantengan activos y nos alejen del televisor u otros aparatos electrónicos.
💖 Jugar con niños, con mascotas, disfrutar de la naturaleza, practicar deporte: tonifica el cuerpo, activa la mente, incrementa la autoestima, propicia la sensación de bienestar.
💖 Preferir las frutas a los snacks, aportando nutrientes valiosos para el organismo.
💖 Ser reflexivos sobre nuestra vida, revisando las rutinas para modificar todo aquello que resulte nocivo, produzca insatisfacción o nos aleje de nosotros mismos.

👉 La mente tiene un poder decisivo sobre el cuerpo. La calidad de los pensamientos es un elemento fundamental. Las personas longevas comparten dos actitudes determinantes: pensamientos positivos y autogestión emocional.

👉 Las estadísticas consignan que Japón es actualmente el país con mayor esperanza de vida. Además de la dieta y el sistema de salud, la cultura es un elemento relevante vinculado a la longevidad que se registra allí. Su sentido social, de pertenencia e integración comunitarias, como su interés por mantenerse activos hasta el final de la vida son las bases de su vitalidad.

Ellos sostienen que para mantenerse activos y ocupados, aún cuando no haya una necesidad que los obligue a trabajar, hay que tener un ikigai, un propósito que haga de guía y le inspire a crear belleza para sí y para la comunidad.

El vacío existencial es una de las características de las sociedades actuales, en las que las personas actúan de acuerdo a lo que otros hacen o le indican, alejados de sus sueños y deseos. Este vacío intenta llenarse principalmente con bienes materiales, placer físico o adormecimiento mental. Hallar el propósito o sentido de la vida es la manera de llenar ese vacío, proporcionando un bagaje vivencial y experiencial unido a la satisfacción de tener porqué y para qué vivir. El sentido de la vida es personal, pudiendo cambiar a lo largo de la vida. 

He aquí algunas de las herramientas elementales para transitar armoniosamente la senda de la búsqueda y el desarrollo de la pasión personal.

🌹 Estado de flow: fluir con cada tarea convirtiendo tanto el tiempo de trabajo como el de ocio en campos de crecimiento. Cuando se hace algo que apasiona, no hay pasado ni futuro, sólo se vive intensamente el presente, la persona se involucra totalmente en la experiencia, se pierde la noción del paso del tiempo.

La teoría psicológica del estado de flow, señala que este estado implica la conjunción de los siguientes elementos:

💖 Concentración en el presente.
💖 Fusión de la acción y la conciencia.
💖 Pérdida de la conciencia de uno mismo.
💖 Sensación de control personal y sobre la situación.
💖 Distorsión de la percepción subjetiva del tiempo.
💖 Naturalidad y gratificación intrínseca en el desarrollo de la tarea.

De acuerdo a las ideas propuestas por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, hay tres condiciones vinculadas al estado de flujo, que son:

💖Involucrarse en una actividad, con objetivos definidos y progreso cuantificable (dirección y estructura).
💖 La tarea debe proporcionar una respuesta inmediata.
💖 Debe haber un equilibrio entre desafío y habilidad.

Así, más recientemente,  Owen Schaffer en un artículo científico publicado en 2013, considera que las condiciones requeridas para acceder a este estado, son: 


💖  Saber qué hacer.
💖  Saber cómo hacerlo.
💖  Saber cómo de bien lo estamos haciendo.
💖  Saber a dónde ir (si la actividad requiere la navegación).
💖  Tener desafíos ambiciosos. 
💖  Utilizar los mejores recursos personales.
💖  Estar libre de distracciones.

🌹 Focalizar en una tarea: la idea del "multitasking" o de realizar varias tareas al mismo tiempo es un mito, en realidad se trata de atención alternante, es decir, cambio continuo del foco de atención pasando de una actividad a otra, sin llegar a concentrar efectivamente en ninguna, con la consecuencia de un incremento en el número de errores, decaimiento de la memoria, y disminución de la efectividad.

Es posible cambiar este hábito, poniendo en juego la voluntad para modificar los comportamientos, de manera que el cerebro se rediseñe desde otro modo de realizar las actividades diarias. ¿Cómo? Pues, para comenzar será valioso:

💖 Evitar el uso de pantallas al comenzar y al finalizar la jornada.
💖 Dejar el móvil al desarrollar la actividad elegida, ya que ha de tener exclusividad por ser precisamente lo que despierta tu pasión.
💖 Un día completo a la semana, hacer "ayuno tecnológico", es decir, desarrollar actividades deportivas, de lectura, de relax, meditación, salidas a la naturaleza, caminatas...
💖 Gestionar el tiempo, de modo que lo distribuyas para trabajar en una sola tarea a la vez, de manera consciente (mindfulness). La técnica conocida como Pomodoro, es una estrategia de gestión del tiempo que consiste en utilizar ciclos de, por ejemplo, 20 a 25 minutos ininterrumpidos de tarea concentrada y luego, 5 minutos de descanso. Se puede emplear un cronómetro o una alarma para señalar los tiempos, sobre todo al comienzo, cuando se intenta generar el hábito. 
💖 Comenzar tu tarea con un ritual que te agrade y finalizar con una recompensa. Esto activa las vías cerebrales vinculadas al placer de realizar alguna actividad.
💖 Trabajar en un entorno cerebralmente compatible, es decir, libre de amenazas, de distractores, de negatividad, un ambiente confortable.
💖 Organizar las actividades en grupos de tareas vinculadas, asignando a cada grupo el tiempo y el espacio convenientes. Hay tareas que se resuelven mejor por la mañana, o por la tarde, al aire libre, en una biblioteca, en una oficina, solos, en equipo, etc.
💖 Diseñar rutinas para las tareas que al responder a un cierto orden, te permiten liberar tiempo. Por ejemplo: responder mails, llamadas telefónicas, revisión de archivos, entrevistas, etc.


Quien vive su ikigai, experimenta el estado de flow con total naturalidad, ya que ha logrado conectar con su motivación más profunda; la que fusiona pasión, misión, profesión y vocación.

Dos autores, Héctor García y Francesc Miralles, viajaron a Japón para estar en contacto directo con la fuente del ikigai. Luego, compartieron sus experiencias mediante libros que me permito recomendarte que leas. Seguramente, has de encontrar más bibliografía al respecto. Busca y lee. Leer nos ayuda a conectar con esas ideas que resuenan dentro nuestro y tal vez no habían encontrado las palabras justas para expresarse.

Busca, no te conformes, busca y sigue buscando... aprende... encuentra tu ikigai, renuévate y vive una vida plena.

Te deseo mucha felicidad en el camino!




María José Sánchez - Neuropedagoga







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