NEUROTIP: ARMAR ROMPECABEZAS O PUZLES

Aunque parece que se tratara de un simple pasatiempo sin más, armar rompecabezas o puzles constituye una poderosa estrategia de neuroestimulación, en cualquier etapa de la vida. Por supuesto que, el desafío debe ser acorde al jugador, ni demasiado fácil ni demasiado difícil para evitar que el resultado sea el aburrimiento o la frustración.

Esta actividad comporta numerosos beneficios, estimulando el desarrollo de habilidades blandas como la perseverancia, el entusiasmo, la paciencia, el autocontrol, la proactividad... y también las capacidades cognitivas (percepción, concentración) o las funciones ejecutivas (planificación, resolución de problemas). Además, está demostrado que retrasa el deterioro neurológico o produce mejoras en la salud mental, dado que quienes realizan estas actividades implementan estrategias vinculadas al razonamiento y la lógica, ligadas a la ejercitación de la atención y la memoria, facilitadas -a su vez-, por el componente lúdico.

Muchas investigaciones están focalizadas en el vínculo de esta actividad con la inteligencia emocional: el placer que provoca la inserción de las piezas y el completamiento total del puzle, activa el sistema mesolímibico a través de este estímulo anticipatorio de la recompensa.

El análisis de neuroimágenes ha puesto en evidencia que el armado de rompecabezas implica la activación de ambos hemisferios cerebrales, lo cual equivale a una actividad neuronal significativa. Tienen un efecto relajante, ya que le dan una actividad a la mente y, al mantenerla ocupada, la alejan del flujo de pensamientos negativos y frustrantes. 

¿Cuáles son los beneficios de esta actividad?

Más allá del momento propio de la actividad, los beneficios que reporta serán apreciados en la totalidad del desenvolvimiento de la persona en cualquier tarea en la que se vea implicada.

👌 Ejercicio mental involucrando -como ya se dijo-, ambos hemisferios.

👌 Reducción del estrés.

👌 Retraso del deterioro neurocognitivo.

👌 Mejora la habilidad de resolución de problemas.

👌 Aumento de la concentración y la productividad.

👌 Hacer puzles con otros, incentiva el desarrollo de las habilidades sociales potenciando la capacidad de cooperación y de trabajo en equipo.

👌 Mejora el estado de ánimo al activar el sistema de recompensa cerebral.

👌 Desarrolla y estimula la coordinación visomotora y la motricidad fina.

👌 Favorece la confianza en sí mismo y la autoestima.

👌 Desarrollo y entrenamiento de las  habilidades blandas, como la capacidad de generar estrategias, el pensamiento divergente y muchas más.

👌 Desarrollo y entrenamiento de la memoria espacial.

En algunos campos profesionales, la habilidad de armar rompecabezas o puzles, comporta amplias ventajas: arqueología, cirujano, micromontajes, robótica, diseño, postproducción audiovisual, docencia...

En clases

👉Todos los contenidos son posibles de trabajar mediante puzles, eligiendo las imágenes apropiadas. Incluso los textos pueden presentarse en formato de puzles y una vez armados, se procede a trabajar con ellos.

👉Suelen emplearse como una dinámica para conformar grupos o equipos de trabajo, colocando en una caja o bolsa, mezcladas, tantas piezas de rompecabezas como participantes haya. Cada rompecabezas tiene exactamente el número de piezas que coincida con el número de integrantes que ha de tener el grupo. Las piezas se reparten al azar. Se da un tiempo para que se encuentren las personas que tienen partes del mismo puzle, lo arman y así se distribuyen los miembros de los diferentes grupos.

👉 Además, son apropiados para los momentos de recreos cerebrales, pudiendo tener relación directa -o no-, con el contenido de la clase.

María José Sánchez - Neuropedagoga