NEUROTIPS PARA EL AULA: LECTOJUEGOS

Se sabe que el juego es una manera natural de aprendizaje. Así lo confirman numerosos estudios en ciencias tan diversas como la Psicología, la Antropología, la Historia, la Medicina... y muchas más. 

Quienes tenemos el gusto de conocer las aulas de cualquier nivel educativo, sabemos que los momentos de juego aportan calidad al proceso de enseñanza - aprendizaje, ya sea que el juego propiamente se desarrolle en la clase como una estrategia, o bien que se introduzcan puntos lúdicos en la intervención pedagógica.

Hay muchísimas clases de juegos y tú puedes inventar las que quieras. La actitud lúdica es totalmente compatible con el aprendizaje -formal e informal-. Aunque en ocasiones no se es consciente de ello, el juego constituye uno de los entrenamientos cerebrales más completos, ya que implica procesos complejos de atención, reconocimiento de un objetivo, planificación de estrategias para el logro de las metas, superación de desafíos, actitud proactiva ante las situaciones novedosas y/o imprevistas, búsqueda de alternativas y más. El juego es naturalmente estimulante del desarrollo, por eso es muy acertado jugar en clase. 

Por su parte, la lectura es un proceso mental que implica la activación de la corteza visual, las áreas específicas de decodificación y significación del lenguaje, las áreas límbicas, los lóbulos prefrontales con las funciones ejecutivas, las regiones vinculadas a la memoria entre otras. A nivel cerebral, la lectura contribuye a la creación y fortalecimiento de las redes neuronales. El aumento de la reserva cognitiva previene el deterioro neurológico. Además, la lectura genera placer, lo que estimula la producción de los químicos del bienestar y la felicidad.

Conjugando ambas acciones, los lectojuegos, o juegos que favorecen el gusto y el interés  por la lectura, reportan grandes beneficios para el desarrollo del cerebro en niños, como también para favorecer la salud cerebral y el incremento de su reserva cognitiva. Además de usarlos en el aula, sin dudas pueden ser jugados en otros contextos. 

Vale destacar que otro factor que resulta beneficioso es el aspecto social: la lectura que se comparte en grupos -como es el caso de los clubes de lectores, por ejemplo-, contribuye al enriquecimiento de la comprensión lectora individual. Las interpretaciones, ideas, opiniones que aporta cada uno al grupo, posibilitan la ampliación de los puntos de vista propios, y cuanto mayor cantidad de lectores participen, mayor será la riqueza derivada de esa diversidad interpretativa.

Lecturas como El Quijote (Miguel de Cervantes Saavedra), o Rayuela (Julio Cortázar) son exigentes y demandantes, es decir, requieren la puesta en acción de las funciones cognitivas y ejecutivas, la atención y la memoria en un nivel elevado.


¡A leer y jugar!



👍 Cambia la historia. Lee una historia conocida por tus estudiantes. En algún momento cambia algo de la trama, o algún detalle respecto a los personajes, al marco narrativo o algún acontecimiento. Seguramente, lo notarán y te lo dirán.

Puedes aprovechar el momento para introducir interrogantes que impliquen imaginar situaciones nuevas... ¿Qué pasaría si Caperucita se hace amiga del lobo? ¿Qué pasaría si los tres cerditos contratan al lobo para construir su casa?


👍 ¿Qué sucede después?. Por lo general, las narraciones infantiles concluyen de manera feliz. Una manera divertida de promover la imaginación es inventar la continuación de la historia.


👍 Elige las tarjetas Para llevar a cabo este juego se necesita contar con tarjetas variadas acerca de profesiones, medios de transporte, vestimentas, herramientas o elementos de trabajo, lugares. etc. asegurándonos que haya opciones de acuerdo al texto. Se juega con un cuadro de dos columnas (se puede hacer en el pizarrón, o bien si se trabaja en grupos, se utilizan afiches para que cada grupo tenga su cuadro. En una columna se colocan las palabras claves del texto y en la otra, las tarjetas que los jugadores escogen relacionando con la información que proporciona el texto leído.

Según la edad de los participantes, se incluirán más o menos detalles. Es interesante incluir tarjetas que generen un debate acerca de cuál es más conveniente, es decir, que haya algún detalle que genere duda e invite a pensar y buscar fundamentos por elegir una y/o descartar otra.

Por ejemplo:


Las relaciones pueden ser referidas a los personajes, a la progresión textual, al contexto, o los elementos que resulten significativos para la comprensión. 

👍Sopa de letras. Encontrar en une sopa de letras las palabras claves del texto. Luego, emplear esas palabras en la redacción de una sinopsis del texto.

👍Cuentos mezclados. Utilizamos imágenes mezcladas de dos cuentos que los niños conozcan (en caso de ser adolescentes, pueden ser novelas leídas durante el año). Se muestran mezcladas con el fin de que las reconozcan, y las ordenen según el cuento al que pertenecen y de acuerdo a la secuencia narrativa.

En caso de estudiantes de segundo ciclo o de secundaria, se pueden incorporar también frases o párrafos textuales.

👍 Cuentidado. El "cuentidado" se utiliza para repasar el texto leído, desarrollando las ideas que salen al arrojar el dado. Se puede hacer de manera oral o escrita. En cada cara del dado, se presenta la indicación o pregunta que resulte más conveniente para el caso. Es interesante, motivador y productivo añadir otros elementos lúdicos, como por ejemplo, responder mediante la dramatización de aquel aspecto del texto que indica el dado; invitar a los lectores a calificar con estrellas los distintos elementos del texto que se van poniendo en común. 



👍La ruleta lectora. Se basa en las mismas ideas que el lectojuego anterior, con la diferencia de que, al utilizar una ruleta, es factible incluir mayor cantidad de elementos e incluso agregar comodines. Dependiendo la edad de los participantes, se adaptan las preguntas o consignas, pudiendo incluirse pictogramas. Es aconsejable considerar algunos ítems para propiciar la respuesta personalizada, el pensamiento crítico o el pensamiento divergente.



👍Escape room. Esta actividad es sumamente interesante para hacer al cierre del ciclo lectivo. Se pueden incluir propuestas variadas de acuerdo a los textos que se han leído en el transcurso del año. Montarlo suele ser la parte más difícil para el docente. Utiliza recursos como el trabajo colaborativo. Arma equipos y distribuye los textos a utilizar para los ejes narrativos. Supervisa los diseños, sugiere las adecuaciones convenientes. Acompaña a cada equipo en el montaje para compartir finalmente una jornada inolvidable.

👍 Cántalo. Con la música de una canción conocida, a elección de los estudiantes, hacer la letra con los elementos del texto leído. 

👍 Recursos digitales. Incluir recursos digitales y aplicaciones, por ejemplo CreAPPCuentos u otras. Con ellas podrán crear, recrear, renarrar y todo lo que su imaginación les proponga.



 


María José Sánchez - Neuropedagoga



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